Existen diferentes metodologías para realizar un test de lactato. En líneas generales, consiste realizar una prueba incremental en varios estadios, e ir tomando muestras de sangre periódicamente para poder averiguar cuál es el umbral láctico y el máximo estado estable del deportista. 

La prueba a utilizar dependerá del deportista, sabremos qué metodología llevar a cabo cuando tengamos una conversación con el deportistas. En líneas generales. La prueba consisten en realizar entre cinco y ocho estadios de entre cuatro y siete minutos. Recuperando entre cada estadio noventa segundos.

El objetivo es detectar los dos umbrales mencionados. Con estos datos se podrá realizar un seguimiento y un programa de entrenamiento individualizado y personalizado del deportista. 

Uno de los grandes errores que se cometen en la actualidad en el mundo del entrenamiento de la resistencia, es la errónea distribución de la intensidad del entrenamiento. Con los resultados que obtenemos en el test de lactato, preescribimos las zonas de entrenamiento de una manera individualizada.